martes, 13 de abril de 2010

Domingo de Carreras

Finalmente se produjo el debut de Ignacio Carreras en el Zonal Pista y el balance es altamente positivo.















Redondito. Así fue el fin de semana del debut en el Juan y Oscar Gálvez de Buenos Aires del piloto quilmeño. Un sábado de menor a mayor, aunque con algunas manchitas menores en la clasifica, presagiaba que al día siguiente el desarrollo de la competencia arrojaría buenas noticias.

¡Y vaya si las dio! Luego de largar en el puesto  11 la serie clasificatoria y de girar en tiempos lógicos en todas las vueltas, las incidencias de la competencia posibilitaron un meritorio 7mo puesto, que colocaría Nacho en el medio del pelotón de la final. “Estoy contento, el auto va muy bien, le sobra motor, aunque me falta un poquito a mi, animarme a más”, se le oía repetir ante cada consulta de sus colegas, de mecánicos y amigos que estaban compartiendo la jornada en el Gálvez.

Y realmente era eso lo que restaba, que los giros sobre el 128 número 32 le dieran al oriundo de Quilmes la confianza para arriesgar un poquito más en los sectores donde se notaba la diferencia respecto del resto de los pilotos de la categoría. Así se vislumbraban como puntos críticos “la rápida” que precede al curvón Reutemman, “Ascari” y “la horquilla”, aunque en esta última variante, que desemboca en la recta principal, la mejora respecto de la jornada sabatina era notable.














La hora avanzaba y los trabajos de Javier Panisello y “Hueco” Cambas se intensificaban, para ultimar los detalles del auto y ponerlo a punto para la final de la Clase 2 de la categoría. Conjuntamente con esto, los nervios, no sólo del piloto, sino de todos los que lo rodeaban, iban en aumento.

Cuando sonó la bocina que habilitaba la pista para conformar la grilla de partida, la concentración se impuso a los nervios y marchó Nacho Carreras hacia lo que sería su primera final como piloto.

Luego de la vuelta previa, el malón lanzado de autos comenzó a desandar los 18 giros pautados, arrojando en la curva de “la confitería” las primeras alternativas, que complicarían las aspiraciones del quilmeño, aunque la realidad iría cambiando a lo largo de la competencia.















Un toque entre dos máquinas, casi desemboca en carambola contra el 128 negro. Por suerte los reflejos funcionaron a la perfección y una maniobra evasiva permitió, aunque por el pasto, poder seguir en carrera.

Con el correr de las vueltas, y sintiéndose cada vez más cómodo sobre el auto, el avance fue notándose cada vez más, llegando a disputar varias posiciones con pilotos que ya portan varios años en las pistas, avanzando en forma lenta pero constante y llegando a la bandera a cuadros, que por un despiste fue bajada con el Auto de Seguridad en pista, en el 6to lugar, que a la postre sería 5to, por el recargo a uno de los pilotos que lo precedían en el clasificador.

En definitiva, la satisfacción de haber llegado, manteniendo siempre el auto en pista y demostrando sus condiciones a medida que los giros se sucedían, dejaron una más que agradable sensación en este, que fue el primer domingo de Carreras.

texto y fotos
Pablo Santiago